Amazonía | La deforestación amenaza a los jaguares y águilas arpías

Navegando lentamente río arriba a través del Pantanal, el mayor humedal del mundo ubicado en Brasil, el biólogo Fernando Tortato busca señales de Ousado, un jaguar que sufrió graves quemaduras en los devastadores incendios forestales del año pasado.

Unos 1.000 kilómetros hacia el norte, en el extremo de la selva amazónica, el conservacionista Roberto Eduardo Stofel observa por sus binoculares una cría de águila arpía, sola en un nido gigante, mientras aparentemente sus padres buscan algo de comida, cada vez más difícil de encontrar.

El fascinante jaguar y la majestuosa águila arpía son dos de las especies más emblemáticas amenazadas por la destrucción acelerada de la Amazonía, cuya impresionante biodiversidad corre riesgo de desaparecer a medida que la selva se acerca a un “punto de inflexión”.

Según los científicos, ese es el punto en el que un círculo vicioso de deforestación, incendios forestales y cambio climático podría dañar la selva tropical más grande del mundo hasta secarse y convertirse en sabana.

Las consecuencias serían catastróficas para sus más de tres millones de especies de plantas y animales.

El jaguar y el águila arpía sienten el impacto de la destrucción.

Esta región, al sur de la Amazonía, es conocida por su impresionante vida salvaje, que atrae a viajantes de todo el mundo.

Es crucial proteger la biodiversidad amenazada de la Amazonía, y no solo por el bien de las plantas y los animales, dice Cristiane Mazzetti, de Greenpeace.

La compleja red de la naturaleza desempeña un papel esencial en la capacidad del planeta para proporcionar alimentos, oxígeno, agua limpia, polinización y una gran cantidad de otros “servicios de ecosistema” de los que depende la vida.

“La biodiversidad no es algo que pueda resucitar”, dice Mazzetti. “Es importante protegerla para nuestra propia supervivencia”.

Fuente: Andina

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