Anemia en el Perú llegó al 43.5% de niños en el 2018.

El ministro de Economía, Carlos Oliva, reveló serias deficiencias en la distribución, señaló que solo el 30% de menores reciben los micronutrientes y que casi la mitad se queda en los almacenes.

La anemia es hoy el principal problema de salud pública que el gobierno de Martín Vizcarra enfrenta, y la guerra la viene perdiendo según los últimos resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2018, pues afecta al 43.5% de niños y niñas menores de 3 años a nivel nacional, siendo las zonas rurales las más golpeadas, como Puno, Pasco y Loreto.

La cifra, dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), supera lo contemplado por la exministra de Salud Silvia Pessah, quien en agosto del año pasado consideró que el Perú cerraría el 2018 con una anemia infantil por debajo del 42%.

El tema salta a la palestra pública nuevamente, luego de que ayer el ministro de Economía, Carlos Oliva, manifestara la poca efectividad del sistema de entrega de suplementos vitamínicos y minerales a las familias con infantes en el país para hacer frente a esta enfermedad generada por la falta de hierro en la sangre.

Durante un evento, organizado por la Cooperación Suiza-SECO sobre la Reforma de la Gestión de las Finanzas Públicas, Oliva explicó que el Estado todos los años compra y distribuye bolsitas de micronutrientes o “chispitas” que contienen pequeñas cantidades de hierro; sin embargo, en la distribución, estos recursos se desperdician en los almacenes sin llegar a despacharse.

“El 100% de la compra de los micronutrientes, que son necesarios, está presupuestado todos los años, pero ¿qué sucede en la práctica? Solamente, el 55% de esos micronutrientes (…) se reparte de manera oportuna. Un poco más de la mitad. Eso quiere decir que, en muchas ocasiones, esos micronutrientes se quedan en un almacén”, señaló el titular del MEF.

Fuente: Diario Correo

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