Las bodegas en nuestros barrios, son aquellos pequeños establecimientos ubicados en las esquinas o a la mitad de una cuadra. En la actualidad, se han convertido en silenciosos protagonistas de un paÃs que afronta la peor crisis sanitaria de su historia. Asà también, la pandemia del Covid-19 que afectó seriamente el desempeño económico del paÃs.
A diferencia de los grandes supermercados, donde la atención es casi automática, con amplios stocks y personal listo para llenar las góndolas sin emitir palabra alguna, la calidez de las bodegas las pone, en ese sentido, un paso más allá. Se podrÃa decir que, estos pequeños establecimientos cuentan con una vocación al servicio de la comunidad.
Razón por la cual, una bodega jamás podrá competir con los supermercados. Mientras estos que estos establecimientos ofrecen grandes cantidades de productos para perÃodos medianos y largos, las bodegas nos enfocamos principalmente en el dÃa a dÃa.
Debido a la atención diaria, estos pequeños negocios no han sido ajenos a los efectos de la Covid-19. Según el presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, Andrés Choy, estas tiendas nunca dejaron de atender al público pese al temor de contraer la enfermedad, asà como la pérdida de empleo de muchas personas y la baja de clientela.
Sin embargo, en los últimos meses se han incrementado el número de bodegas debido a que muchas personas perdieron sus empleos y optaron por implementar un ambiente en sus casas o dar un giro a sus negocios, como es el caso de muchos restaurantes.
No obstante, con la llegada de la segunda ola de contagios y las recientes medidas anunciadas por el Gobierno para evitar la propagación de nuevo coronavirus, las perspectivas se muestran algo inciertas, debido a que estos centros de ventas se han convertido en los lugares con más riesgo de contagio.
Por su parte, Choy exhortó al Ministerio de la Producción (Produce) implementar la ley del bodeguero, aprobada en el 2018, para beneficiar la operatividad de estas bodegas que son necesarias para la sociedad.