La turística ciudad de Chachapoyas ha enfrentado dificultades en el control del orden público en las últimas semanas.
Varias riñas han ocurrido a las afueras de discotecas y en zonas monumentales, donde se han registrado casos de violencia, resultando en lesiones graves y altercados callejeros que involucran no solo a ciudadanos sino también a menores de edad.
Una investigación exhaustiva revela que las motivaciones detrás de estas riñas van más allá de simples desacuerdos en la vía pública. El crimen organizado, el tráfico de drogas, el machismo, el consumo excesivo de alcohol, el robo, el ajuste de cuentas y los delitos de odio se identifican como categorías detrás de los conflictos violentos en Chachapoyas.
La molestia de los vecinos es evidente, las constantes peleas en establecimientos nocturnos han provocado quejas y reclamos ante las autoridades locales. Las turbas de jóvenes que participan en grescas callejeras también son caso de preocupación para la comunidad.
En el caso más reciente ocurrido a las afueras de una discoteca ubicada en el Jr. dos de Mayo cuadra 14, donde un joven resultó con cortes en el cuerpo y evacuado de emergencia al hospital, videos con alto nivel de violencia fueron difundidos en redes sociales lo que ocasionó que la policía y la Municipalidad se pronunciaran al respecto con propuestas de fiscalización y monitoreo, ya que el hecho casi termina en una tragedia.
Por ello, es importante destacar que las consecuencias para los involucrados en estas riñas son graves, si se usan armas, la pena puede ser de tres meses a tres años de prisión o una multa de dinero; La situación es aún más preocupante para los jóvenes, quienes a menudo son los protagonistas de estos incidentes, las lesiones y el historial criminal pueden tener graves consecuencias para su futuro.
Se recomienda a las entidades pertinentes trabajar en conjunto para mejorar la seguridad en la zona. Cada entidad deberá asumir su responsabilidad de manera que la Municipalidad Provincial tiene el deber de controlar el funcionamiento de las discotecas y bares, mientras que la Policía deberá llevar a cabo un patrullaje constante y estar en la capacidad de reaccionar de manera inmediata.
Por su parte, las mismas discotecas deberían colaborar con su personal de seguridad para garantizar un ambiente seguro. Por último, se propone la organización de las juntas vecinales para mejorar la comunicación y coordinación entre la comunidad y las autoridades locales.
En conclusión, Chachapoyas enfrenta un desafío importante en el control del orden público, la educación y la conciencia pública también son fundamentales para abordar la raíz de estos problemas y fomentar una cultura de respeto y tolerancia.