Manuel CabaƱas: La educaciĆ³n como reto.

Hace poco, escuchamos, leĆ­mos que en Junin por disposiciĆ³n de su gobierno regional, aprobaron la elaboraciĆ³n de un nuevo diseƱo curricular en el cual se enmarquen materias como identidad, filosofĆ­a, historia regional entre otros. Y vaya que las pulgas saltaron de la cama (lĆ©ase sistema).Una serie de voces se levantaron airadamente, calificando a Vladimir SullĆ³n como un atrevido, insolente y contestatario anti sistema que desea ir contra los intereses nacionales e incluso afectar las autonomĆ­as y las polĆ­ticas nacionales.
Desde el 2000 vengo siendo testigo directo en Amazonas del serio debilitamiento en los contenidos educativos que se imparten en el paĆ­s, incluso de la forma ignorante de los “limeƱos” al tratar los contenidos geogrĆ”ficos, confundiendo a Cajamarca con Amazonas o hacer grĆ”ficos donde los espacios territoriales desaparecen del concepto ideal para los aprendizajes.
Vengo siendo testigo de la rĆŗstica identidad de nuestros estudiantes que egresan de los colegios sin el mĆ”s mĆ­nimo respeto por el pasado, la historia, los valores, la importancia, menos valor a lo nuestro. Anualmente, egresan mĆ”s de 6 000 estudiantes, de los cuales mĆ”s del 70% salen fuera con distinto destino y sin apego para retornar por cualquier motivo a la tierra que los vio nacer.
Desde los 90 ya dejamos de ser racionales, se dejĆ³ de lado la FilosofĆ­a y la LĆ³gica, materias elementales que hace a uno mĆ”s coherente, mĆ”s crĆ­tico, menos conformista, mĆ”s ocupados en el quehacer de la humanidad. Sin estas asignaturas, las generaciones post 90, ademĆ”s de ser millenium, son sin patria, sin bandera y sin “causa”, sin propĆ³sito, sin un afĆ”n.
La educaciĆ³n, como tal es una herramienta fundamental en el crecimiento de las naciones. Eso que hizo que China y Corea del Sur, hoy lideren la tecnologĆ­a y la innovaciĆ³n, al mismo tiempo para que sientan orgullo por su raza. La educaciĆ³n, dependiendo de su contenido, hace grande o pobre a un paĆ­s. Al parecer, los que nos gobiernan, quieren que el futuro representado en nuestros hijos, sigan de rodillas, ciegos, indiferentes sin capacidad de reacciĆ³n.
CatĆ”rticamente, hay que expresar lo que sentimos. Vivimos en una zona de confort, saboreando “dulcecitos” como placebos que al final nos drogarĆ”n la conciencia nacional. Creo, personalmente, que las revoluciones, cambios y nuevos paradigmas deben surgir desde las regiones. Una bandera de cambio, tiene que ser sin duda: EDUCACIƓN

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