¿Alguna vez imaginaste que este fin de año estarÃamos alejados fÃsicamente de las personas que han formado parte de nuestra vida y que en algunas mesas habrÃa vacÃos que jamás volverán a ser ocupados? yo creo que nadie estuvo preparado, ni imaginó eso…
Si bien es cierto la navidad es una época de reencuentro familiar, de compartir con amigos y conocidos; en esta oportunidad el ánimo fue diferente a comparación de otros años; lo diferente es que ahora tenemos la oportunidad de valorar a quienes están cerca de nosotros y lo que tenemos, lo que hemos aprendido en este año y cómo hemos crecido, ya sea de manera voluntaria u obligatoria.
Lo bueno de esto, es que debido a la pandemia aprendimos a adaptarnos rápidamente, nos dimos cuenta que nuestros planes pueden cambiar de un dÃa para otro y que lo único invariable es el cambio; hay que cuidarnos los unos a los otros, asà como apoyar a quienes más lo necesitan, porque no sabemos que pasará después.
Para finalizar creo que el problema no es la PANDEMIA, somos nosotros y nuestra reacción ante ella; las cartas están sobre la mesa y el juego lo decides tú…
Solo espero que se haya aprendido la lección…