¿Qué más pruebas se necesitan para condenar a un agresor?

Los vecinos y vecinas escuchan gritos de auxilio y dolor, llaman a la policía y cuando ingresan al lugar encuentran a una mujer con el rostro golpeado, hinchado, reventado y cubierto de sangre, a su al rededor la pared con restos de sangre, de igual forma el colchón.

Al costado de ella un vil cobarde, de los muchos que habitan este mundo y que no merecen ser llamados hombres, de esos que valen un Perú.

Este desgraciado tenía los zapatos con sangre, yo imagino que la agarró a patadas o soy muy imaginativa.
También tenía el pantalón con sangre, imagino que durante las patadas y golpes la sangre del rostro y cuerpo de la víctima salpicó, o será que soy muy imaginativa?

La víctima identificó a su agresor y según los medios de comunicación se llama FABIO.

No se ustedes pero para mi sería UN FEMINICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA.

No se ustedes pero con esas evidencias se pudo hacer un requerimiento de prisión.

Muy por el contrario, una justicia tan injusta deja libre al agresor y ¿saben que pasará?

La víctima, luego de pasar por el médico legista, si llegó a pasar, es decir, esta obligada a regresar a casa, lugar donde fue brutalmente violentada y acto seguido también su agresor, quien fue puesto en libertad por “falta de pruebas”. De seguro la ficha de valoración de riesgo arrojará “LEVE” y eso que casi la mata, por ende, ni medidas de protección le van a dar seguramente.

El agresor conseguirá que la víctima retire la denuncia y la sociedad dirá: que tonta, sin saber lo que vive una víctima de violencia y todo el soporte emocional que necesita.

Así continuará el círculo de violencia hasta que mañana tengamos que enterrarla y lamentar su muerte de la manera más hipócrita cuando hoy tuvimos la oportunidad de hacer algo.

Por: Karin Burga

Actualidad

error: Content is protected !!