Relatos al costao de la tushpa…

No puedo negar que me gusta la vida en el campo, a esto se suma la amistad de los vecinos quienes de vez en cuando llegan a visitar y cuentan sus anécdotas e historias, obviamente acompañado de una buena taza de café, el complemento perfecto para poder sobrellevar esta cuarentena.

Cada pequeña historia es un mundo de ocurrencias y hoy quiero compartir algunas de ellas, de paso me voy imaginando el rostro de las personas cuando lean esta nota.

  • “Con el hambre no se juega”

Tía: ¿Sobrinos qué tal está el almuerzo? ¡Juaah! ¿Que ya lo acabaste sobrino?
Sobrino: Hay tiita, tenía un hambre que comí rápido como despulpadora de café…

  • “Ahorrando agua”

Roberto, ¿No te vas a bañar?
Pa que pue te preocupas mujer, si mi cuerpo es “todo terreno”, sucio o limpio, igualito puedo dormir…

  • “En fiestas patronales”

Mamá: Lalo, cuidadito estés comprando esas golosinas que te dan dolor de panza…
Lalo: No mamá…
Mamá: Después no me vengas a estar quejante en la noche…
Amigo de Lalo: Primo, come nomas no tiene nada de malo, acá solo dice que es “dañino”

  • “Fútbol es pasión”

Antuco: Jueguen muchachos no hay que dejarse ganar, ¡tú márcalo al Javicho…!
Carlomagno: Ni pensar primo, bárbaro pitonero es ese muchachillo, puro patada al tobillo…

  • “Gallina fina”

Papá: Hoy toca mejoramiento de rancho, ¡mujer, hay que matar esa gallina…!
Mamá: ¿Esa gallina? juaah…
Esa gallina está bien flaca, no ves que su pecho parece hacha sin filo…

  • “Buen perro”

Panchita: Doña Melchora tu perro ha venido y lo ha comido todita mi yuca cocinada…
Melchora: ¡Hay perro maldiciau!, dejando la carne en la casa ya pue, ha venido a comer yuca…

Espero que haya sido de su agrado estos anécdotas que se logra recopilar, en este tiempo de cuarentena.

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