La desesperada búsqueda contrarreloj de sobrevivientes entre réplicas y temperaturas bajo cero
El terremoto que sacudió el sur de Turquía cerca de la frontera con Siria este lunes, ha dejado más de 5.000 muertos y una enorme devastación. Con una magnitud de 7,8 en la escala de Richter, ha sido considerado el más fuerte que ha ocurrido allí desde 1939.
Las autoridades turcas han dispuesto un amplio operativo de rescate, incluyendo más de mil voluntarios, además de otros organismos internacionales y gobiernos que han ofrecido su apoyo.
Sin embargo, las difíciles condiciones climáticas, como la nieve, la lluvia y temperaturas bajo cero, han obstaculizado los esfuerzos de búsqueda de sobrevivientes.
Las dificultades incluyen la falta de agua y oxígeno, que son barreras críticas para la supervivencia. Además, las condiciones invernales agravan la situación, ya que un adulto promedio puede tolerar temperaturas hasta 21°C sin que el cuerpo pierda su capacidad para retener el calor.
En una carrera contra el tiempo, los rescatistas están trabajando arduamente para salvar vidas bajo los escombros, mientras las personas atrapadas piden ayuda a gritos. “Estamos devastados. Dios mío. Están gritando. Están diciendo: ‘Sálvanos’, pero no podemos salvarlos…” declaró un rescatista.
A esto se suma el llamado que han hecho varios periodistas que dicen que han recibido mensajes de voz de personas que están bajo los escombros; “Sin embargo, nos toca contestarles que no podemos hacer mucho por ellos. Necesitamos toda la ayuda internacional posible”, señaló un periodista turco.