Yo doy mi vida a cambio de que te quedes en casa | COLUMNA.

Hasta el 11 de abril, en el Perú se han reportado 6848 casos detectados, 181 muertes, 788 hospitalizados, 142 en UCI y la noticia alentadora es que 1739 fueron dados de alta. La batalla a iniciado y hay personas que se encuentran en la primera de línea de fuego, su misión es proteger, detener, identificar y cuidar a cada persona, evitando que se incremente el número de heridos y sobre todo el número de bajas.

Este es el relato de hombres y mujeres que vienen arriesgando su vida en el cumplimiento de su deber:

La prueba más difícil: “En algún momento de mi vida me pregunté: ¿Qué sería de mi familia si no estuviera en este mundo? Ahora sé la respuesta, tan solo llevo diez días en aislamiento y lo que está viviendo mi familia no quiero que lo pase a nadie. Mientras cumplía mi labor, me tocó intervenir un vehículo donde se encontraba una persona delicada de salud, al conductor le solicité la documentación personal, el pase y autorización de tránsito, lamentablemente no los tenía y como está establecido, no lo dejamos pasar; pero al paciente se le trasladó en otra movilidad hasta el hospital. Dos días después de la intervención nos aislaron, porque el paciente había dado positivo para coronavirus, desde ahí en adelante mi vida ha cambiado; la única fortaleza es mi familia, quienes son los únicos que preguntan cómo estoy. Solo espero que los resultados salgan negativos y salir de este aislamiento, para continuar con mi trabajo, cuidando a gente que no conozco y alejado de mi familia”.

Efectivo de la Policía Nacional del Perú – Chachapoyas

Luchando contra lo invisible: A sus 30 años ha trabajado en diversas áreas del hospital, ha visto a muchas personas lograr vencer su enfermedad y salir sonrientes; también ha sido testigo del último suspiro de algunos pacientes. Hoy se siente preparada para afrontar esta batalla que viene afectando a nuestro país, lo único que pide es comprensión a las personas. “Estudié enfermería porque me gusta servir a las personas, me preparé para poder atender cualquier emergencia y resolver cualquier situación, pero esta vez tenemos un reto personal, porque nos enfrentamos a un enemigo invisible, estoy segura que vamos a vencer; lo único que me preocupa es que las personas no entienden y hacen lo que quieren; si tan solo se cuidaran y entenderían lo difícil que es atender a los pacientes; solo puedo comentar que hoy estuvimos seis horas con el equipo de bioseguridad por prevención y es complicado, no imagino como será el día que nos toque atender un COVID y tener que estar todo el día con estos equipos; si tan solo se pusieran en nuestro lugar, creo que se quedarían en casa; ya estamos en batalla, así que tenemos que continuar”.

Enfermera del Hospital Regional Virgen de Fátima – Chachapoyas

No me daré por vencido: Estuvo a punto de renunciar en su primer día de trabajo, la gente lo insultó y lo dijeron de todo; él se detuvo un momento, respiró profundo y continuó cumpliendo su labor. Desde ese día han pasado varios meses y jamás ha pensado en rendirse, menos ahora en pleno Estado de Emergencia, lo único que espera es que la ciudadanía se mantenga en casa por simple convicción, más no porque estén obligados a hacerlo. “Es complicado tener que lidiar con gente irresponsable, gente que no entiende que esto no es un juego, gente que arriesga su vida y la de los que estamos asignados a mantener el orden todos los días; es una constante que incomoda, entristece y muchas veces nos agota, porque son situaciones casi repetitivas, personas caminando en las calles sin necesidad, salen de dos, hasta tres personas juntas y cuando les preguntas, tienen miles de excusas y con pedir disculpas tratan de pasar por alto su irresponsabilidad”.

Sereno de la Municipalidad Provincial de Chachapoyas

Soldado de Dios: Solo el amor a su patria sobrepasa a lo que siente por la música, esa fue la razón que lo llevó a formar parte del Ejército Peruano y por primera vez en su vida está presente en una guerra luchando contra un enemigo invisible, firme en su propósito cumple dignamente con la labor encomendada, estando presente en la primera línea de fuego. “Han pasado varias semanas desde la última vez que vi a mi familia, cuando recibí el llamado del cuartel general no lo pensé dos veces, el Perú me necesita y juré a mi bandera que regresaría para defenderla de cualquier enemigo; lo único que les dije al despedirme fue que compren provisiones, que se cuiden y que los quiero mucho. Cada día que pasa, tenemos bajas y parece que vamos perdiendo esta guerra, y no es porque el enemigo sea fuerte, sencillamente nos estamos matando con la indiferencia de las personas que no cumplen con las medidas establecidas; hay momentos que me siento decepcionado de nuestra gente, porque a pesar de los esfuerzos que se hace para que tomen conciencia de la gravedad de esta enfermedad, no recapacitan. Lo único que pido a Dios es salir victorioso, para estar de nuevo al lado de mi familia”.

Soldado anónimo del Ejército del Perú – Pedro Ruíz

Gracias a cada una de las personas que se encuentran al frente de esta guerra, gracias por regalarnos un momento de su tiempo para contarnos sus experiencias, también es bueno agradecer a las personas que vienen acatando adecuadamente la cuarentena y para las personas que no hacen caso a esta medida, simplemente decirles “Que Dios los bendiga y descansen en paz” como lo dijo el Alcalde de Moche.

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