Amazonas | Conflictos, Socialización y los Proyectos | COLUMNA

Difícilmente en la región Amazonas podemos encontrar un balance de gestión a fin de cada año, algo que deberíamos de implementar ya de modo forzoso dado que las audiencias públicas que se realizan por los gobernadores locales y regionales perdieron sentido dado que solo expresan promesas de campaña sin darse cuenta que ya son gobierno y deben de mostrar resultados.

Al cierre de este 2021 podemos ver que los reclamos sociales van a ser la única forma en la que la sociedad se puede hacer escuchar, mandar cartas y pedidos por mesa de partes casi siempre no obtienen respuesta y simplemente lo mandan al archivo. Amazonas como región tienen muchos reclamos sociales por la desatención de las autoridades tanto locales como regionales y que, por la propia geografía de la región, los escasos medios de comunicación que tengan alcance regional hacen que este tipo de problemas ocupen las primeras planas de los diarios, medios de comunicación y redes sociales.

Los conflictos sociales no son ajenos a nuestra región, en noviembre del 2021 Amazonas presenta 4 conflictos socioambientales en donde las comunidades Wampis luchan en contra la minería ilegal y exigen al gobierno estrategias de lucha contra dicha actividad.

Para no ir muy lejos hace unos meses pobladores de Rodríguez de Mendoza se trasladaron a la vía principal de ingreso a la región Amazonas para ejercer sus reclamos para la atención de la mejora de la vía de acceso a esa provincia. Utcubamba y Bongará también hicieron lo mismo con el reclamo justo de tener un hospital para la atención de sus pacientes. Todos estos reclamos fueron atendidos por el gobierno central que cuenta con equipos de solución de conflictos expertos en el tema. Los funcionarios de la actual gestión fueron a ofrecer lo que tenían a la mano, pero se encontró con una población mucho más preparada sobre los procesos de gestión y no aceptó ninguna oferta.

Ayacucho por ejemplo implantó una Oficina Regional de Prevención y Gestión de Conflictos Sociales desde el 2015, cuya finalidad principal es crear espacios de dialogo con las comunidades, cuanta con trabajadores técnicos y profesionales para brindar soluciones en una región altamente conflictiva por la cantidad de proyectos que se desarrollan en esa región.

Un tema importante que conlleva a los conflictos es la mala SOCIALIZACION de los proyectos de inversión pública, la mayoría de ellos paralizaron su ejecución y otros nunca llegaron a comenzar. Algunos de estos proyectos se hicieron estudios para lugares que no tenían un respaldo técnico, ni aprobación social y tampoco un buen plan de responsabilidad social.

Recordemos el último proyecto de “relleno sanitario” de la Municipalidad Provincial de Chachapoyas, la ejecución de la “Ciclovía Chachapoyas” y el más importante es el “Museo Regional de Amazonas en las pampas de Higos Urco”. Personalmente haciendo un análisis de estos proyectos todos fallaron por un mal proceso de socialización que fue tomado como una simple etapa del proyecto de inversión sustentada en algunas firmas de personas que no necesariamente tenían influencia directa del proyecto y mucho menos conocimiento del mismo, con todo ello los proyectos fueron aprobados y quedaron listos para ejecución algunos si comenzaron y paralizaron, otros nunca pudieron comenzar. Otra característica importante que tienen estos proyectos es que ya llevan años en su formulación y evaluación, todos esos estudios, planes, proyectos ya van desembolsando millones de soles y todavía no pasan a la etapa de ejecución y algunos ni pasarán.

Como región Amazonas necesitamos hacer un alto y pensar en el futuro, necesitamos saber hacia dónde vamos si queremos ser una región turística o agropecuaria, quizá minera, quizá al ser una de las regiones con más recursos hídricos del Perú comenzamos a darle un valor importante. Nuestros planes como ciudad Chachapoyas, capital de la región, tampoco tiene un objetivo hacia donde llegar, tan solo ver que Chachapoyas como ciudad de más de 30 mil habitantes tiene solo menos de 1 metro cuadrado de áreas verdes públicas para sus habitantes.

En resumen, como región comparándonos con Ayacucho llevamos ya 7 años de retraso en la gestión de conflictos y millones de soles invertidos en estudios y formulación de proyectos que no vieron la luz por no estar debidamente socializados, debemos de enfocarnos en hacer proyectos de larga vida útil y no un proyecto de relleno sanitario para 5 años o talvez menos, involucremos a la sociedad antes, durante y después de cada proyecto para que se pueda notar el impacto de dicho proyecto en la sociedad y no quede en un “elefante blanco” que por cierto una muestra de ello también se edificó en nuestra región como el Teleférico a Kuelap que es un gran proyecto o negocio para el consorcio pero que la sociedad representada en los pueblos de María, Choctamal y Longuita, pueblos directamente influenciados con el proyecto siguen sin ser los principales beneficiarios quedando en el olvido desde la inauguración de este proyecto.

Por: Franklin Correa Santillan

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