La FPF emerge en 1922 como respuesta a la necesidad de unificar y transformar el deporte nacional
Un viaje por la historia deportiva de Perú nos transporta al siglo XX, cuando el fútbol apenas comenzaba a forjar su presencia en la nación sudamericana.
A finales del siglo XIX, solo un puñado de peruanos expatriados en Gran Bretaña se aventuraban en el campo Santa Sofía, un lugar donde británicos y locales desafiaban la distancia y la rudimentaria tecnología para patear una pelota de cuero en partidos casi secretos, en pos de una portería de madera.
Las semillas del fútbol en Perú creció en clubes selectos de Lima y Callao, culminando en la fundación de la Liga Peruana de Fútbol un 27 de febrero de 1912. Desde ese momento y durante una década, la Liga se erigió como el epicentro del fútbol nacional bajo la denominación de Campeonato Peruano.
Sin embargo, el torneo no estuvo exento de controversia y, como consecuencia de ello, el 23 de agosto de 1922 nació la Federación Peruana de Fútbol, una entidad destinada a resolver los desafíos del fútbol local y orquestar los torneos de manera cohesionada.
El entonces presidente del Atlético Chalaco, Claudio Martínez Bodero, encabezó este nuevo capítulo en la historia del fútbol peruano.
El año 1924 marcó un reconocimiento crucial para la Federación Peruana de Fútbol, obteniendo aprobación por parte de la CONMEBOL y la FIFA.
A pesar de su relativa juventud, la Federación hizo su debut oficial en el escenario internacional. La Selección Peruana, vestida con franjas rojas y blancas como el Atlético de Madrid de España, afrontó su primer desafío en la Copa América de 1927, un enfrentamiento que permanece en la historia del fútbol peruano.
Sin embargo, también enfrentó momentos duros. Durante la década de 1970 perdió temporalmente su autonomía, cediendo el control de la Selección Peruana a la Asociación Nacional de Fútbol, bajo la cual se alzó como campeón de la Copa América y aseguró su boleto al Mundial de Argentina.
