La ‘palta emocionada’: de cómo la pandemia le cambió la vida a Rubí Guerra.

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A veces, entre un sinfín de noticias alarmantes, aparece una que saca sonrisas. La semana pasada, Rubí Guerra Huisa, de 17 años, se convirtió en esa noticia que todos esperamos. Disfrazada de una palta y con una emoción que escasea en tiempos de pandemia, la peculiar manera de la adolescente de ‘jalar’ clientes en un mercado itinerante de Ate se volvió ‘trending topic’ en redes sociales. El internet hizo lo suyo y la bautizó ‘la palta emocionada’. “No me lo esperaba, me siento muy recargada de felicidad”, cuenta Rubí sobre su inusitado salto a la fama.

Más allá del disfraz

Willy Cayhualla, pareja de la hermana mayor de Rubí, Michelle, fundó AsMarket en el 2017, una empresa distribuidora mayorista de alimentos que provee, principalmente, a restaurantes. Hoy, la pequeña compañía cuenta con 7 colaboradores.

Desde que se decretaron las medidas de aislamiento social obligatorio, las actividades de AsMarket se han visto golpeadas. Según Willy, los ingresos de la empresa han disminuido aproximadamente en un 30%.

Reinventarse era imprescindible. Al estar cerrados los restaurantes y hoteles, Willy y Michelle consideraron que la mejor estrategia de supervivencia estaría en el delivery de frutas a personas naturales. “La cuarentena nos ha afectado, porque nuestro público antes eran restaurantes y personas que compraban al por mayor. Como nos importa la salud de las personas, iniciamos el negocio de delivery”, cuenta Willy.

Tras la viralización de su video, dos productoras han ofrecido becas de actuación a Rubí. Foto: Leandro Britto

Al mismo tiempo que las entregas a domicilio, el negocio familiar continuó vendiendo alimentos en el mercado mayorista de Santa Anita. Fue entonces que Michelle Guerra le pidió a su hermana Rubí que se disfrazara de palta para atraer clientes. “Se me ocurrió en el momento cuando estaba trabajando, porque la primera vez que trabajé mi hermana me dijo que dijera una frase, pero yo dije ‘no, acá hay que ponerle sabor’ y ya, pues, le puse mi toque de creatividad”, comenta Rubí.

Sin embargo, las ventas de AsMarket no han visto un incremento desde que la joven alcanzó la fama. “Más que todo hemos recibido buenos comentarios del público, pero la venta por el estado de emergencia está baja, no mucha gente viene”, asegura Willy.

Los obstáculos de esta empresa familiar comienzan mucho antes de que sus productos lleguen al mercado: AsMarket adquiere las frutas de productores de distintas zonas del país, como Casma, Huaral, Huacho, Ica y Piura. Con las medidas de emergencia, han surgido problemas logísticos en el transporte y despacho de los productos hacia la capital.

El contraste entre la emoción de Rubí y la situación de la industria agropecuaria es grande: según el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), el PBI agropecuario en el 2020 ha sufrido pérdidas por S/ 1,611 millones a raíz de las medidas del estado de emergencia por el coronavirus.

En este escenario, el último 18 de abril, el gobierno –mediante el Decreto de Urgencia Nº 041-2020- autorizó una transferencia de S/150 millones a favor del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) para el mantenimiento de la infraestructura de riego en el país y anunció la entrega de un bono rural de S/760 a de más de un millón de familias dedicadas al agro.

Según la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro), las medidas tomadas para combatir el COVID-19 afectan a más de 2,2 millones de pequeños agricultores.

“Estamos frente a una crisis que no solo afecta a los pequeños agricultores y sus familias. El eje productivo y el sector agroalimentario están en crisis ¿cómo vamos a seguir abasteciendo de alimentos a los mercados nacionales si dejamos de sembrar? ¿Cómo vamos a tener ingresos si los hoteles y restaurantes dejaron de comprar?”, manifestó en un comunicado el presidente de Conveagro, Clímaco Cárdenas.

Rubí Guerra junto a su hermana Michele y su cuñado, Willy Cayhualla. Los tres trabajan en el puesto del mercado de Santa Anita. Foto: Leandro Britto

Mientras tanto, a Rubí, la emoción en tiempos de miedo le ha cambiado la vida. Hace solo 4 meses terminó el colegio y ha alcanzado la fama antes que la mayoría de edad. “En diciembre cumplo 18, pero mi DNI es azul”, nos cuenta entre risas. Tras el levantamiento del estado de emergencia, a Rubí le esperan dos becas de estudios de actuación: uno de la empresa teatral “Los Productores” -una idea del actor Bruno Ascenzo- y otra de “Del Barrio Producciones”. Ahora sueña con ser actriz.

“Me ha nacido [querer dedicarse a la actuación] con esto de la paltita, porque la gente me recomendó mucho que estudiara actuación”. Dice, además, que le gustaría participar en una serie animada como “Steven Universe”, la primera producción de este género creada únicamente por una mujer.

Por ahora, de la mano con la Municipalidad de Lima, la adolescente aprovecha la popularidad para dar recomendaciones de prevención contra el coronavirus. Hay, incluso, clientes que la llaman para pedirle que ella misma les entregue, disfraz puesto, los productos que piden. Ella acepta sin dudar. “Quiero conocer a estas personas tan lindas a las que les he hecho reír y ellas también a mí”, dice.

Fuente: El Comercio

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