La NASA reconoce las virtudes y el pionerismo de Pedro Paulet y tiene un busto suyo en sus instalaciones en Estados Unidos
Pedro Paulet, nacido el 2 de julio de 1874 en el distrito de Tiabaya en Arequipa, fue un destacado científico e inventor peruano. A una edad temprana, ingresó a la Facultad de Letras de San Agustín y también se matriculó en la Facultad de Ciencias. Desde joven, Paulet soñaba con vehículos aéreos impulsados por cohetes, una idea que más tarde sería desarrollada por la NASA.
A los 20 años, recibió una beca del gobierno peruano para estudiar Ingeniería y Arquitectura en la Universidad de La Sorbona, en París, donde también comenzó a escribir como corresponsal para diarios estadounidenses.
En 1901, comenzó su carrera en la Cancillería y un año después fue designado cónsul en Bélgica, donde diseñó su primera nave espacial, que era una especie de torpedo volador.
Además de su trabajo como científico e inventor, Pedro Paulet fue fundador de la Escuela de Artes y Oficios y director de la revista Ilustración Peruana en 1904. Durante su vida, también ocupó cargos consulares en Alemania, los Países Bajos, Noruega y Japón, y realizó viajes a África, Asia, Siberia y Estados Unidos.
Paulet se dedicó a la investigación y persistió en su esfuerzo por encontrar una máquina voladora propulsada por combustible líquido, que luego se consideraría un prototipo de los cohetes espaciales. Él la llamó “avión torpedo” o “auto bólido” y la presentó en Bélgica en 1902. Esta innovadora aeronave no requería hélices ni planeadores, sino que utilizaba 12 baterías de tres cohetes cada una y tenía capacidad de elevación vertical y planeo horizontal, incluso planteaba la posibilidad de navegación submarina.
El diseño de Paulet fue precursor del ala delta, que, posteriormente, se utilizó en aviones como el Mirage y el Concorde construidos por franceses e ingleses durante la Segunda Guerra Mundial.
En Perú, Paulet también logró concretar el proyecto de la Basílica de Lima y tuvo la oportunidad de rechazar una propuesta del industrial estadounidense Henry Ford, quien creía posible fabricar automóviles tipo avión torpedo.
