Esta semana, el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhahom Ghebreyesus, lanzó una iniciativa que no fue bien recibida por los países desarrollados, que han decidido empezar una tercera ronda de inmunización en su población ante la propagación de la variante delta del coronavirus.
“Necesitamos cambiar las cosas urgentemente para que la mayoría de las vacunas deje de ir a los países ricos y vaya a los países pobres”. La meta sería lograr que el 10% de la población mundial se encuentre debidamente inoculado en setiembre.
Pero la aparición de la variante delta del virus, considerada la más contagiosa, encendió las alarmas de los gobiernos de las potencias mundiales, entre los cuales se encuentran Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia e Israel. Así, han comenzado a planificar la aplicación de una tercera dosis, mientras que en la mayoría de los países pobres apenas llega a un dígito el porcentaje de población inmunizada.
Asimetrías
El Banco Mundial divide a los Estados por renta. Si mantenemos este criterio, se podría decir que los países de renta alta aplicaron 97 vacunas por 100 habitantes, solo 1.6 se usó en las naciones de renta baja, y 52 de los pueblos de renta media.
Más de 4,000 millones de vacunas se han aplicado en el mundo hasta la fecha. Los países que han utilizado más dosis son: China (1,600 millones) , India (451 millones) y Estados Unidos (343 millones).
Si se considera que algunos productos requieren dos aplicaciones, hay países que cuentan con más de 129 inoculaciones por 100 habitantes, como Catar, Chile y Canadá.
Mientras que en el otro extremo se encuentra África, continente donde solo el 1.58% de los 1,200 millones de habitantes se ha inmunizado, según la Unión Africana.
Reclamo
Este pedido por una mejor distribución de las dosis en el mundo es acompañado por el papa Francisco. En un mensaje en mayo denuncia: “Una variante de este virus es el nacionalismo cerrado, que impide, por ejemplo, un internacionalismo de las vacunas y cuando ponemos las leyes del mercado o de propiedad intelectual por encima de las leyes del amor y de la salud de la humanidad”.
El pontífice añade que “otra variante es cuando creemos y fomentamos una economía enferma, que permite que unos pocos muy ricos posean más que el resto de la humanidad” .
Diplomacia
Ante las acusaciones de egoísmo de los países ricos, las principales potencias mundiales han manifestado que es un falso dilema entre impulsar la tercera dosis o proveer más unidades a los países pobres.
Hace unos días, el presidente Joe Biden se ufanó de que Estados Unidos ha donado más vacunas que China y Rusia, según información de las Naciones Unidas. El líder demócrata asegura que ha brindado gratis 110 millones de unidades a 65 países, entre los cuales se encuentra el Perú.
Cuando la prensa le preguntó al portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, sobre la petición de la OMS sobre la moratoria de aplicar una tercera dosis, indicó: “Creemos que es una elección irrelevante y que podemos hacer ambas cosas”.
Fuente: El Peruano
