La UCI, construida durante la pandemia del Covid-19, ya había mostrado signos de deterioro debido a filtraciones de agua y problemas en los ductos de ventilación
En una noticia que genera preocupación a la población en general, la infraestructura de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional Virgen de Fátima en Chachapoyas se ha derrumbado, generando un peligro inminente para la seguridad de los pacientes y los profesionales de la salud.
La UCI, que fue construida en respuesta a la pandemia de Covid-19, sufrió el colapso de sus paredes, lo que ha desatado una preocupación significativa entre el personal médico que trabaja en esta área.
Los médicos habían advertido previamente sobre el riesgo que representaba el deterioro de las paredes debido a filtraciones de agua en los techos.
Además, se ha informado que los ductos de ventilación en esta área crítica del hospital no habrían estado funcionando adecuadamente, lo que agravaría aún más la situación.
Ante la inminente amenaza para la seguridad de los pacientes y el personal de salud, el director encargado del Hospital Regional Virgen de Fátima ha tomado la decisión de trasladar las camas y equipos de la UCI a otras áreas del hospital.
