La Iglesia subraya que no es una legitimación del amor entre personas del mismo sexo, sino una apertura a la ayuda de Dios
El Papa Francisco aprobó una nueva directriz que permite a los sacerdotes católicos administrar bendiciones a las parejas del mismo sexo y a aquellas en situaciones “irregulares”. Sin embargo, se destaca que estas bendiciones no formarán parte de rituales o liturgias oficiales de la Iglesia.
El documento de ocho páginas, titulado “Confianza suplicante”, fue elaborado por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La nueva directriz establece que los sacerdotes “no deben impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a las personas en cualquier situación en la que puedan buscar la ayuda de Dios a través de una simple bendición”, enfatizando que esto no debe confundirse con el sacramento del matrimonio, sino que tiene como propósito subrayar que Dios “acoge a todos”.
“No pretendemos legitimar nada sino solo abrir la vida a Dios, pedir su ayuda para vivir mejor y también invocar al Espíritu Santo para que se puedan vivir con mayor fidelidad los valores del Evangelio”, fueron las palabras del cardenal Fernández al ser consultado por el diario italiano La Stampa.
Es importante destacar que, la Iglesia subraya que esta medida no constituye una legitimación del amor entre personas del mismo sexo. La bendición, según la Santa Sede, solo puede aplicarse a aquellos que “no pretenden una legitimación de su propia condición, sino que ruegan que todo lo que es verdadero, bueno y humanamente válido en sus vidas y relaciones sea enriquecido, sanado y elevado por la presencia del Espíritu Santo”.
La bendición no puede llevarse a cabo como parte de una ceremonia de matrimonio civil, ni puede incluir vestimentas, gestos o palabras propias de una boda. Por lo que, se espera que pueda otorgarse en santuarios, durante peregrinaciones o en oraciones grupales entre personas congregadas en actividades eclesiásticas.
Fuente: BBC
