La mañana del 5 de setiembre quedará marcada en la memoria colectiva de Chachapoyas como un día de reclamo y reflexión, lejos de la celebración prevista por el aniversario de nuestra amada ciudad.
Pobladores, cansados de las mentiras e ineptitudes, se reunieron en la esquina de la Municipalidad Provincial de Chachapoyas, no para festejar, sino para levantar sus voces contra una crisis que nos afecta a todos: el suministro de agua.
No se reunieron para hacer ‘vivas’, sino para levantar baldes vacíos como símbolo de protesta ante la falta de agua.
Todos estamos cansados, cansados de abrir el caño y no encontrar agua, cansados de recibir recibos de agua que ya estarían reflejando un servicio que nunca tuvimos. Los cortes constantes de agua y los cobros excesivos en nuestras facturas son una carga que ya no se puede soportar.
Desde que llegó el proyecto de Aguas de Oriente este problema se ha vuelto crónico. Nos preguntamos, ¿cuántos años lleva el señor Carlos Mestanza al mando de Emusap y cuáles han sido las soluciones durante su gestión? Este problema no es nuevo y la población se siente abandonada por las autoridades competentes.
Incluso, una nota de prensa publicada el pasado 15 de julio del 2022 por parte del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (Otass), precisa que “Emusap evidencia grandes mejoras en sus indicadores operacionales de gestión, los que la convierten en una de las empresas de agua con mayor eficiencia en la prestación de los servicios de saneamiento”.
¿Era cierto o simplemente nos pintaban una ilusión? ¿Cuál es y cuál era la verdadera situación en Chachapoyas ¿Qué excusa ofrecería Carlos Mestanza ante esta realidad y ante esta nueva protesta? Preguntas sin respuestas y, aparentemente, preguntas que nadie puede responder con claridad.
Ayer, en el día de la fundación de Chachapoyas, parecía que vivíamos en realidades paralelas. Mientras algunos celebraban con la bandera peruana en alto, otros marchaban con baldes vacíos como símbolo de su protesta. Esto no puede continuar. No podemos dividirnos entre chachapoyanos por una gestión ineficiente.
El pueblo de Chachapoyas ha despertado y ya no quiere más mentiras. Queremos acciones concretas, no palabras vacías. La confianza se acabó.
En las redes sociales, se ha viralizado un video que muestra una protesta inicialmente pacífica que, penosamente, luego se tornó violenta. Nadie sale indemne de esta situación; ni los policías pueden responder con violencia, ni nosotros debemos recurrir a ella. ¿En qué momento perdimos el control? Dejemos que las imágenes hablen por sí mismas y saquemos nuestras propias conclusiones.
No permitamos que nada ni nadie opaque nuestra causa. Una causa que es justa. Chachapoyas ha despertado y exige respuestas. Queremos soluciones reales, no promesas vacías. La gestión del agua en nuestra ciudad debe mejorar y la marcha de ayer es un ejemplo que nadie descansará hasta que así sea.