Este hecho indignó a los vecinos, quienes no dudaron en golpear al ladrón sin piedad y falleció poco después debido a la gravedad de sus heridas.
Alberto Ney Vásquez Hidalgo, alias “Cabezón”, de 28 años, fue asesinado a golpes por un grupo de vecinos, después de intentar robar una motocicleta en plena calle. Los minutos previos a su muerte fueron captados por una cámara de seguridad.
Los hechos ocurrieron cerca de las 11:33 de la noche del pasado 20 de marzo, cuando el delincuente y su cómplice se desplazaban en una motocicleta por la calle donde cometerÃan su próxima fechorÃa.
En ese momento, su vÃctima llega en otra moto junto a una joven, y se estaciona en la puerta de su casa. Fue entonces cuando intercepta al joven con su arma, y le apunta para que le entregue la motocicleta.
La familia de la vÃctima se percató de lo que estaba sucediendo, pero el delincuente los amenazó para que no intervinieran. Sin embargo, el nerviosismo de Alberto Ney ya era evidente.
De manera que, el ladrón intenta llevarse la moto, pero hace una mala maniobra y cae al suelo, perdiendo su arma, ante esta situación un menor de 17 años, hermano de la vÃctima del asalto, salió de la casa y se enfrentó al delincuente.
Mientras tanto, los demás vecinos también acudieron en ayuda del joven y lograron atrapar al sujeto. Durante el forcejeo, el delincuente hizo varios disparos, uno de los cuales impactó en el pecho del estudiante.
Este hecho indignó a los vecinos, quienes no dudaron en golpear al malhechor sin piedad. Los serenos de la zona lo encontraron agonizando en el pasaje, y a pesar de ser trasladado con vida al hospital, falleció poco después debido a la gravedad de sus heridas.
La policÃa ha confirmado que Alberto Ney Vásquez Hidalgo estuvo involucrado en más de un asalto en la ciudad de Iquitos, y era integrante de la organización criminal “Los injertos del oriente”. Sin embargo, se encontraba libre en el momento de su muerte.
En cuanto al menor de 17 años herido, se sabe que se encuentra estable en el hospital de EsSalud de la ciudad, y se espera que se recupere pronto.
La violencia no es la solución a los problemas de la sociedad, pero este caso evidencia la impotencia de la población ante la inseguridad en las calles. Las autoridades deben tomar medidas concretas para proteger a la ciudadanÃa y garantizar la tranquilidad en nuestras ciudades.
