El Cuy, más allá de su papel culinario, se destaca como una joya cultural y científica, mereciendo reconocimiento y protección por sus contribuciones inesperadas a la salud humana.
En las pintorescas regiones andinas de nuestro Perú se encuentra un curioso y simpático animalito que ha acompañado a las comunidades andinas durante milenios.
El cuy, domesticado por el hombre andino hace aproximadamente 2,500 a 3,600 años, según evidencias históricas, el no solo forma parte de la gastronomía local, sino también de complejos rituales de diversas culturas.
Conocido por diferentes nombres como cuye, cobaya, cobayo, conejillo de indias o guinea pig, el Cuy tiene sus raíces en el quechua, denominado originalmente quwi o haka, y k’uwisu en aimara.
En Sudamérica, se han identificado 26 tipos de Cuy, con Perú albergando seis especies distintas: Perú, Andina, Inti, Merino, Inka e interracial o cuy sintético, resultado del cruce de las razas mencionadas.
Un hito significativo en la historia del cuy se produjo en la década de 1940, cuando investigadores estadounidenses descubrieron que la carne de estos pequeños roedores contiene una enzima llamada “Asparaginasa”.
Esta enzima demostró tener propiedades beneficiosas al actuar sobre los tumores, deteniendo su crecimiento, como resultado, los médicos oncólogos comenzaron a recomendar el consumo de la nutritiva carne de cuy como parte de un enfoque holístico para la salud.
La singularidad del cuy no se limita solo a su valor culinario, sino que su presencia en la medicina ha generado un interés creciente.
Sus beneficios potenciales en el campo de la oncología, este pequeño roedor andino ha ganado reconocimiento como un aliado en la lucha contra enfermedades.
El cuy no solo tiene el papel en la tradición cultural y la gastronomía, sino también por su contribución a la salud humana.
A medida que continuamos explorando las propiedades únicas de este animal, se espera que el cuy siga siendo objeto de estudio en diversos campos, demostrando que su importancia va más allá de las fronteras geográficas y culturales.
