El derrame de petróleo ha generado preocupación y movilización por parte de la OEFA, que busca mitigar los efectos en el área afectada
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, llevó a cabo rigurosas acciones de supervisión en respuesta al derrame de petróleo crudo acontecido el pasado 7 de agosto en el Tramo II del Oleoducto Norperuano, ubicado en las proximidades de la comunidad nativa Kuzumatac, en el distrito de Nieva, provincia de Condorcanqui, departamento de Amazonas.
El principal objetivo de esta supervisión es esclarecer las causas detrás de esta emergencia ambiental, identificar a los responsables y evaluar el alcance del impacto generado.
De acuerdo con el informe de la entidad, el equipo de supervisión se encuentra trabajando para verificar la implementación de las medidas de respuesta iniciales y la activación del Plan de Contingencia por parte de Petroperú S.A., operadora del oleoducto.
Según un reporte preliminar presentado por Petroperú S.A., el derrame de petróleo crudo aún no ha sido contenido y la causa aún se encuentra bajo investigación.
Se estima que aproximadamente 100 barriles de petróleo crudo se han derramado hasta el momento, afectando una superficie de suelo de aproximadamente 850 metros cuadrados.
Los habitantes de la provincia han informado que la situación se agravó en las primeras horas del martes 8 de agosto. “El crudo parece emanar del subsuelo, en la ubicación donde se encuentra enterrada la tuberÃa“, relataron los testigos presenciales de este lamentable suceso.
