Las autoridades también reportaron 1,240 heridos y 1,320 casas destruidas, señalando que el número de víctimas podría aumentar con el correr de las horas
En una devastadora jornada para la región de Herat, en el oeste de Afganistán, un terremoto de magnitud de 6,3 golpeó el sábado 7 de octubre, dejando a su paso una estela de destrucción y pérdida humana.
Las autoridades informaron que al menos 2.053 personas perdieron la vida, mientras que 1.240 resultaron heridas y 1.320 casas quedaron completamente destruidas.
El sismo, con epicentro a 30 kilómetros al noroeste de la ciudad de Herat, fue seguido por ocho fuertes réplicas, sembrando aún más el pánico entre la población.
“Han muerto 2.053 mártires en 13 localidades, 1.240 personas resultaron heridas y 1.320 casas han quedado completamente destruidas”, expresó el portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, en la red social X (anteriormente conocida como Twitter).
Sin embargo, el balance de víctimas fatales continuó aumentando, llegando a más de 1.000 muertos según las autoridades locales el domingo.
En la aldea de Sarboland, cerca del epicentro, se constató que decenas de casas quedaron reducidas a escombros, mientras grupos de hombres se esforzaban por encontrar supervivientes entre los escombros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el número de víctimas podrá aumentar a medida que continúan las operaciones de búsqueda y rescate en las áreas afectadas.
Afganistán, ubicado cerca de la convergencia de las placas tectónicas euroasiática e india, sufre con frecuencia terremotos, siendo la cordillera del Hindu Kush una zona particularmente propensa a estos eventos.
En junio de 2022, un terremoto de magnitud 5,9 causó la muerte de más de 1.000 personas y dejó a decenas de miles sin hogar en la provincia de Paktika, en el sureste del país.
Además, en marzo de este año, un terremoto de magnitud 6,5 cobró la vida de 13 personas en Afganistán y Pakistán.
En un país marcado por décadas de conflicto, las ya precarias infraestructuras dificultan la llegada de información desde zonas remotas y complican las operaciones de rescate.
La aldea de Mahal Wadakah ha sido identificada como la localidad más afectada por el sismo y, en respuesta, una decena de equipos nacionales e internacionales de rescate han sido desplegados en la región, enfrentándose a condiciones extremas para brindar asistencia y socorro a las víctimas.
Fuente: El País
